A mi Chiquita Grande

Meilí y Papá

  11 de febrero de 2015

Recuerdo ese primer encuentro como si fuera ahora mismo, llorabas en tu nuevo mundo y al escuchar mi voz, en el acto dejaste de llorar. Para muchos la vida pasa muy rápido, tú me has enseñado a vivirla en cámara lenta, aprovechando cada segundo que estoy junto a ti. Hoy ya es un año desde nuestro primer encuentro cara a cara. Las palabras sobran y los actos me acompañaran por siempre, batallando día a día para ser el mejor padre del mundo. No he tenido que gritar a los cuatro vientos nuestro amor, la magia está en nuestros momentos juntos, y por supuesto junto a mamá.

Cada día Te Amo más. Para mi, cada momento es importante para tu desarrollo. Te protejo de cada detalle que pueda afectar tu ambiente. Me has convertido en todo un guerrero de la vida, me has convertido en un ser humano puro, mucho más sensible, definitivamente en todo un hombre.

Sentir tus abrazos, el que extiendas tus brazos para buscarme, jugar junto a ti, bañarte, leerte, cantarte, bailarte, en fin, todas las cosas que hacemos juntos son mi motor. A cada lugar que has ido, siempre le sacas una sonrisa a alguien. Tienes mucha magia con las personas, en tu nobleza de bebé tienes algo que sé que te llevará a ayudar a muchas personas cuando seas grande.

Eres y serás por siempre parte de mi alma. Me siento muy orgulloso del aprendizaje mutuo en este tiempo. Siempre vas a ser mi Chiquita Grande, mi Guiri Guiri, la dueña de mis segundos, la razón que más amo en mi vida.

¡Gracias por amarme tanto!